domingo, 20 de octubre de 2013

Ana Rodríguez nos cuenta su viaje a la Academia Homérica de Quíos


 


Ante la estatua de Homero con una amiga. Ana está a la derecha.
Hola a todos. Soy Ana Rodríguez Gallego, ex alumna del instituto.
Escribo esta pequeña crónica para relataros una maravillosa experiencia que viví este verano tras haber ganado un concurso de latín.

Poco tiempo después de empezar 2º de bachillerato, Lali, mi profesora de latín y griego, me animó a presentarme al concurso de latín de la Sociedad Española de Estudios Clásicos. Ella me preparó y después de haber trabajado mucho, llegó el día del examen.
Lo hice lo mejor que pude, pero nunca imaginé escuchar mi nombre el día de la entrega de premios. Recuerdo la alegría y la sorpresa cuando me nombraron ganadora del primer premio. Este consistía en una beca para estudiar en la universidad, un taller de teatro en Sagunto o un viaje a Grecia. Animada por Lali, escogí este último. 

En la Acrópolis

El día 12 de julio partí rumbo a Atenas con Manu, el chico que ganó el concurso de griego. Iba con muchas ganas y mucha ilusión. Tras tres horas de vuelo, llegamos a Atenas y nos dirigimos al hotel donde conocimos a parte del grupo que formaba parte del curso de la Academia Homérica. Al llegar la noche, fuimos a cenar y descubrí lo riquísima que está la comida griega. Después, dimos un paseo por Plaka y Monastiraki, adentrándonos por pequeñas callejuelas, y vimos la Acrópolis iluminada. Esa noche comencé a descubrir la magia que encierra la capital de nuestra cultura.
Al día siguiente, fuimos a visitar la Acrópolis. Había visto muchas fotos del Partenón, el Erecteion..., pero vivirlo es completamente diferente. Me impresionó muchísimo y, gracias a haberlo estudiado en historia del arte, pude comprenderlo mucho mejor. Visitamos también el museo de la Acrópolis y el Museo Arqueológico.

La playa de Quíos
Esa noche cogimos el barco que nos llevó a la isla de Quíos, donde estuvimos algo más de una semana. El viaje en barco fue muy especial; se veían muchas islas que con la oscuridad de la noche quedaban reducidas a pequeñas lucecitas.
Quíos es una isla preciosa. Nosotros vivíamos en un pueblo llamado Vrontados. Yo vivía en una residencia y compartía habitación con Carmen,  la chica que ganó el concurso nacional de griego, de la que me hice muy buena amiga. En la isla conocí al resto del grupo; había gente de todas partes: Suiza, Holanda, Inglaterra, Estados Unidos... Había también algunos profesores españoles. Todos ellos eran encantadores y muy interesantes, aprendí mucho de ellos. Tuve también la gran suerte de conocer a Pedro Olalla, quien me enseñó mucho.



Amanecer en la isla con Turquía al fondo
La vida en Quíos es muy relajada. Por las mañanas solíamos tener un par de horas de clase en las que traducíamos el primer canto de la Ilíada. Por las tardes teníamos tiempo libre en el que aprovechábamos para bañarnos en el mar. El Egeo es impresionante, el color azul del agua es precioso. Algunas tardes teníamos también un rato de clases. Por las noches, los alcaldes de distintos pueblos nos invitaban a cenar a pueblecillos en la montaña; las cenas eran estupendas.
Hicimos muchas excursiones: fuimos a Oinousses, una isla de armadores con mucho encanto; a Emporio, una antigua ciudad en lo alto de la montaña desde la que las vistas eran impresionantes; visitamos también muchos monasterios, entre ellos, uno de los más importantes, el de Nea Moni; fuimos a Daskalopetra, el lugar donde Homero enseñaba a sus alumnos, a la biblioteca de Quíos; vimos amanecer sobre las montañas de Turquía y la luna llena iluminando el mar...

Tras una semana en la isla, volvimos a Atenas un par de días y disfrutamos de nuevo su magia y su encanto.
Esas casi dos semanas en Grecia fueron maravillosas. Todos los recuerdos que tengo de esos días son geniales: la amabilidad de la gente, los paisajes, el mar, la comida... y, sobre todo, los buenos amigos que allí hice. Como dice Lali, Grecia hay que vivirla, y yo he sido muy afortunada de poder hacerlo.
Estoy enormemente agradecida a todo el instituto, a todos mis profesores y, en especial a Lali, porque estos años han sido estupendos. Desde aquí me gustaría animar a todos los alumnos a que trabajen y se esfuercen, a disfrutar aquello que hagan, porque al final obtendrán una grata recompensa.

Ana Rodríguez

Panorámica de Atenas
 

 


martes, 1 de octubre de 2013

Juegos Olímpicos

Desde la imagen de la carrera se accede a un interesante vídeo sobre Olimpia.



Aquí puedes encontrar una amplísima información sobre los Juegos en la Antigüedad:



Festival and Games: Página del British Museum con animaciones y algún juego.